Colón, no ejerció una ideología militar, a pesar de que hubo momentos que tuvo relación con estas campañas, teniendo enseñanza de lo básico, aprender a utilizar armas, acomodar los cañones y saber luchar, pero esto no significaba que estuviera involucrado con ellas. “cuando tenía 19 años Colón estuvo al servicio de un barco genovés, fletado por el rey René II de Anjou como parte de su armada en una breve disputa con el rey de Aragón”[1].
Colón fue corsario, realizando diversos viajes al mediterráneo, teniendo roce con capitanes y navegantes, que tenían mayor experiencia en la navegación, gracias a ello, Colón obtenía la información y recaudaba datos que le permitían corregir sus mapas, de lugares conocidos o ampliar las rutas comerciales de las costas de áfrica.
La mayor experiencia obtenida de Colón, en el ámbito de navegación, la obtuvo gracias a los viajes mercantiles que realizaba en Portugal, permitiéndole posteriormente el mando de la nave, a la edad de 31 a 32 años, el ya había hecho carrera, convirtiéndose en capitán de la tropa mercante portuguesa, que era la más importante en esa época.
A partir de los conocimientos que obtuvo, Colón estaba convencido de que existía una ruta por el oeste para llegar a las Indias, “Colón sabia que para él, eso era la verdad y para demostrarlo tenía que encontrar esa ruta” [2]. Comenzó a buscar apoyo para emprender ese viaje hacia el Oriente, con la intención de vender su idea y demostrar que ese proyecto podría funcionar para tener una mejor comunicación con el occidente.
El apoyo para su campaña lo recibió de los reyes católicos. Estos tomaron el proyecto con propósito político porque en ese momento contaban con bajos recursos en el reino, por la caída de Granada.
Para realizar su travesía requería de embarcaciones. Las naves que le proporcionaron, para realización de su viaje, eran dos carabelas y una nao, que portaban artillería ligera para hacer frente a los piratas, pero no eran considerados barcos de guerra, porque no llevaban en la tripulación soldados ni artilleros. En la flotilla que Colon formo para el viaje, no recluto oficiales pero si marineros, que fueron escogidos por los Pinzón, los Quintero y los Niño que eran propietarios de barcos. Entre la gente que llevaba algunos eran sus parientes, sabían de navegación proporcionándole rangos de maestre, que venían siendo como el piloto o el primer oficial, llevando también dentro de la flota gente especializada.
En el siglo XV los barcos españoles no eran tan buen como los portugueses, porque tenían mejor reconstrucción para la batalla en contra de los piratas, “contaban con modestas toldillas en vez de castillos y los cañones estaban montados en la amuras y en la toldilla y si se necesitaba un poder de fuego mayor eran alineados a lo largo del combés y disparaban por encima de la borda. En el siglo XVI los cañones entre los puentes y ahondar los lados del barco con troneras que eran pequeños agujeros redondos que no permitían giro alguno a los cañones de modo que en el silgo XVI se convirtieron en grandes troneras cuadradas con escotillones engrosados, que podían resguardarse. Contra el mar en caso de mal tiempo. Los cañones fueron luego provistos de cuñas para levantarlos y aparejos para empujarlos”.[3]
Los portugueses, guías de toda Europa en cuestiones náuticas durante el siglo XV, parecen haber sido los primeros en reconocer el cañón y no al soldado de infantería como principal arma en la lucha naval.
“Las naves acababan de abandonar el tipo de un solo mástil grande que se usara en la edad media, y consistía en un palo mayor mas alto que la nave tenía de larga, una verga mayor tan larga como la quilla, llevando una inmensa vela cuadrada –vela mayor- con la cual se contaba principalmente para marcar el rumbo de la embarcación. Por encima de la vela mayor se extendía una pequeña vela de gavia. El palo de trinquete, un poco más alto que la mitad del mayor, llevaba solamente una vela cuadrada de proa o de la toldilla, llevaba una pequeña vela latina y bajo el bauprés, que partía de la proa formando un agudo Angulo con la cubierta, pendía de pequeña vela cuadrada llamada cebadera, la cual realizaba, aunque ineficazmente, la función de moderno foque.”[4]
En aquellos días los barcos españoles, solían tener nombres de un santo, aunque los marineros le apodaran de otro modo, ejemplo: la carabela –santa clara- es universalmente conocida con el nombre de -la niña- dándole este nombre por que pertenecía a una familia apellidada Niño[5].
Cristóbal Colón desde sus primeros viajes tuvo una gran impresión
, que originó un mayor interés por explorar las tierras encontradas, no por meritos políticos si por meritos de descubrir la cultura que se generaba en esas tierras, teniendo a la idea de encontrar riquezas en materiales dorados, pero lo que encontró fue una riqueza espiritual.
“La gente de esta isla que he hallado y he tenido noticias andan todos desnudos, hombres y mujeres, así como sus madres los paren, aunque algunas mujeres se cubrían un solo lugar con una hoja de yerba o una cosa de algodón que ellos hacen.”[6]
Hay confusión en lo que Cristóbal Colón quería, la cual era que en sus diarios escribía, mayor mente la existencia del oro y solamente hablaba de él. Pero hablando con mayor humanidad en un texto mandado a un amigo, expresa todo lo humano que le sucedía desde la llegada hasta la salida de su navegación.
“Incluso su plegaria se ha convertido en “Nuestro señor me aderece, por su piedad, que halle este oro.” (23.12.1492).”[7]
Y gracias a eso logro ejercer las actividades que hoy conocemos y que se ejercen en nuestro tiempo, esto es el mercantilismo, que Colon propuso un sistema en el cual se crearon almacenamientos en diferentes islas para ejercer un monopolio.
Colon obtuvo un mayor sentimiento de aprecio por los indios, pero hubo un tiempo donde algunas culturas querían reprimirlos, ahí fue cuando se ejerció un poco colon militarmente hablando.
“Empezamos a encontrar gente que no quería nuestra amistad si no que nos estaban esperando con armas, que son arcos flechas y con otras armas que tienen: y cuando íbamos a tierra con los botes nos impedían bajar a tierra, de modo que nos veíamos forzados a luchar con ellos, y al fin de la batalla quedaban mal librados frente a nosotros, pues como están desnudos siempre hacíamos en ellos grandísima matanza” [8]
Simplemente Colón era una persona que le gustaba el mar, que trato de dominar el tema con un poco de humanidad sin llegar al militarismo, aunque tenía tendencia a ello.
Y que fue mas influenciado por su fe, que por lo militar ocasionando una revolución de ideologías entre los dos mundos. Que hasta la fecha sigue prevaleciendo en nuestra cultura, ideales, tecnología, creencias y males heredados de Europa.
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